24 de febrero de 2013

Taller de mimbre

Esta vez os traigo algo un poco diferente.
El ayuntamiento de mi ciudad organiza durante los fines de semana (viernes y sábados de madrugada) diversos talleres gratuitos como una forma de ocio alternativo para los menores de 35 años; hay actividades para todos los gustos: bailes de salón, videojuegos, repostería, maquillaje...
Lo cierto es que la "culpable" de acudir a uno de estos talleres fue una de mis amigas (trabajó en varias ocasiones como monitora de algunas de esas actividades), la cual llevaba bastante tiempo insistiendo en que nos animáramos porque además de aprender íbamos a pasar un buen rato... y tenía toda la razón!!
Así que miramos la programación y cuatro amigas nos decidimos por el taller de cestería con mimbre.
El material necesario es muy simple: un barreño con agua, unas tijeras y varillas de médula de mimbre de 2.5 mm de grosor y de longitud considerable (unos 2 metros aprox.). Se suelen vender en lotes de 500 gr.

La monitora (majísima) nos explicó que para aprender la técnica básica lo mejor era empezar con algo "sencillo" como un salvamanteles.

Antes de empezar a "crear" hay que sumergir las varillas en agua para humedecerlas bien y que se vuelvan flexibles, asi será más fácil manejarlas y no se astillarán. Truco: con el agua se vuelven marrones, asi que si nuestro material se pone blanco es señal de que se está secando y hay que volver a humedecerlo.

Lo primero es cortar con las tijeras una de las varillas en ocho más pequeñas y de tamaño similar, las dividimos en dos grupos y formamos una cruz, esto será la urdimbre de nuestro salvamanteles. Algo así:

A continuación cogemos una varilla larga, sin cortar, y empezamos a dar vueltas alrededor del centro de la cruz, pasando por arriba y por abajo de los brazos de la cruz , durante varias vueltas.
Después separaremos la urdimbre en grupos de dos (en lugar de cuatro) y el proceso es el mismo (una vez por arriba y otra por abajo). Aprovechamos para ir abriendo las ocho varillas centrales en forma de agujas de reloj.

Unas vueltas más y empezamos a trabajar con las varillas de la urdimbre de forma independiente para hacer un trenzado más compacto. Si llegamos al final de la varilla con la que estamos trabajando simplemente cogemos una nueva, la entretejemos un poco y continuamos:

Lo cierto es que el ambiente en el taller era buenísimo.

Y ya está! Aquí os dejos varios de los salvamanteles que hicimos (al fondo un cestillo apenas empezado).

Desde luego volveremos a acudir a estos talleres, sólo me arrepiento de no haberlo hecho primero.






2 comentarios:

  1. Sobre lo de algo sencillo para empezar, yo el sencillo lo pondría entre comillas...
    Firmado: la "culpable"

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